San Miguel Selecta es una cerveza intensa perfecta para combinar con platos de carne en salsa, como la propuesta para picar de unas albóndigas acompañadas con patatas fritas. Imposible resistirse.
Las albóndigas en salsa son una de las tapas más tradicionales de nuestra gastronomía.
De distintos sabores según la salsa en la que vayan acompañadas, estos bocados nos hacen trasladarnos a esos sabores caseros de toda la vida, de las recetas de las abuelas a los que resulta complicado resistirse.
Actualmente se pueden preparar en casa, pero lo más habitual y experiencial puede ser degustar cada versión en uno de los tantos bares que las tienen en su carta, y por supuesto acompañadas de unas cervezas.
Por ello se ha elegido San Miguel Selecta. Una cerveza extra tostada inspirada en el estilo Märzen, de maduración en bodega; equilibrada en aromas, con un final ligeramente seco y de amargor pronunciado.
Está pensada para degustar y disfrutar la intensidad de sus aromas procedentes de la combinación de las maltas tostadas, los lúpulos y la levadura con la que ha sido elaborada.
De ahí que la opción ideal para recrearse sean unas albóndigas con una salsa a base de hortalizas y hierbas, que sacarán el máximo partido a todos los matices de Selecta.
Albóndigas, una misma base y multitud de recetas
Es cierto que la albóndiga, es decir, ese pedacito de carne picada al gusto (que puede ser de ternera, de cerdo, o con carnes mezcladas que le aportan mucha más jugosidad) es la base originaria y se reconoce en multitud de lugares del mundo.
Sin embargo, su versatilidad es tan inmensa, que tanto los condimentos con los que se redondean previamente, como las salsas o los platos donde se pueden adaptar y preparar son infinitos.
Aunque la albóndiga es universal, el origen de su denominación se encuentra en la cultura árabe, “al-bunduga”, cuyo significado se traduce tan simple como bola. Lo más probable es que fueron ellos quienes las introdujeron a través de sus 700 años en España.
Especiadas y con distintas salsas, la receta básica de la zona se suele sazonar la carne con huevo, ajo, perejil y pan rallado, para posteriormente enharinadas, freírlas sutilmente antes de incorporarlas a una salsa a base de tomate o zanahorias con una capa de cebolla contundente.
Después las hay más sofisticadas con algún pescado como el rape o elaboradas con gambas.
Acompañadas de patatas fritas y con un poquito de pan para mojar y culminar el regusto de la salsa, amenizarán este maridaje con San Miguel Selecta.