Magna Tostada 0,0 de San Miguel es una de las apuestas más acertadas para maridar con pescados al horno. Veamos en este post cómo conjugarla con un clásico que resulta más fácil de preparar de lo que imaginamos. Nos referimos a la lubina con costra de sal, un placer culinario al más puro estilo Cervecista.
La lubina es uno de esos platos pensados para cualquier tipo de encuentro o celebración. Está al alcance de cualquiera y se puede encontrar en todas las pescaderías o supermercados.
Además existe una gran variedad al alcance de todos los bolsillos. Las de piscifactoría son más económicas y las salvajes suben un poco de precio, pero merece la pena decantarse por las segundas. Su textura y color brillante varía, y será todo un detalle para tus comensales servir una buena lubina salvaje recién pescada, como mucho con 24 o 48 horas de antelación. Marcarás la diferencia.
Otra de las razones clave que incitan a cocinar este tipo de pescado es su sencillez. Tan solo se debe limpiar y preparar, y se va cocinando prácticamente sola en el horno. Razón de más por la que podemos sentirnos liberados para compartir unas cervezas durante su elaboración.
Los aromas de cereal tostado de Magna Tostada 0,0, junto con las notas herbales del lúpulo, el cuerpo ligero, amargor suave y final dulce en boca, la convierten en la mejor opción para maridar con esta receta al horno cubierta de sal.
Lubina a la sal, de dónde procede esta técnica…
La tradición de cubrir determinados pescados con distintos materiales es una costumbre que tiene miles de años. En otras zonas como el Mar Muerto las cubrían con una pasta a base de agua y arcilla, y en el Mediterráneo, donde hay salinas marinas, como en Murcia, o incluso en algunas zonas de Galicia, también es frecuente cubrir determinados pescados con sal.
El efecto es increíble porque logra mantener toda la jugosidad y nutrientes, evitando la sequedad que puede provocar el calor en cualquier pescado si nos pasamos de tiempo.
La clave está en utilizar una sal natural gruesa sin refinar (aunque hay cocineros que prefieren mezclar con la variedad fina), y el truco es emplear el doble de cantidad que el peso de la pieza. Así como referencia, si la lubina pesa un kilo, utilizaremos 2 kilos de sal.
Lubina en costra de sal y Magna Tostada 0,0, una preparación muy Cervecista
Para preparar la lubina necesitamos…
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- 1 par de lubinas pequeñas o una lubina de unos 800 gramos preparada para hacerla a la sal. El pescadero nos dará un corte en medio, retirará todas las vísceras dejándola bien limpia, y mantendrá las escamas para evitar que penetre la sal.
- 2 ramas de perejil, otras dos de romero y una ramita de tomillo
- 1 kilo de sal gruesa y 1 kilo de sal fina
- 1 par de dientes de ajo
- La ralladura de un limón
- 3 claras de huevo batidas (es conveniente porque la costra se hará mucho más compacta y será más sencilla de retirar).
Con la lubina bien limpia, picaremos todas las hierbas junto a una pizca de sal, añadiremos la ralladura de medio limón y el perejil picado. Insertamos una parte de la mezcla en la zona del corte junto a un par de dientes de ajo.
A continuación, con las claras batidas agregamos la sal fina, el resto de hierbas y la ralladura de la otra mitad del limón. Se puede añadir opcionalmente medio vaso de cerveza para aportar cremosidad. Para la base extendemos esta mezcla teniendo en cuenta la medida de referencia del pescado en un papel de hornear, hasta lograr más o menos una altura de 1,5 cm. Una vez bien asentada terminamos de cubrir el resto hasta formar una crema que formará la costra.
Dejamos en el horno precalentado a 180 grados unos 40 minutos. Una vez lista retiramos y dejamos reposar unos 5 o 10 minutos.
Para su servicio en plato eliminaremos la costra con una pequeña maza y serviremos sin piel. Acompañada de una guarnición verduras a la parrilla, sacará el máximo partido a Magna Tostada 0,0, donde sus notas de cereal encuentran afinidad aromática con los toques tostaditos de las verduritas.