En tiempos de sopas frías las opciones son muchas, pero el ajoblanco se destaca por el sabor gourmet de las almendras. Para completar el menú, el maridaje perfecto lo brinda una Alhambra Especial, por sus matices afrutados y florales y su sabor ligeramente dulce y equilibrado.
Las sopas frías son típicas del verano, pero se pueden disfrutar durante todo el año. Todos los países tienen sus propias versiones. En nuestra región, las más populares son el gazpacho y el salmorejo. También existen otras variantes, como el ajoblanco, que destaca por su elegancia. Es un plato sencillo, compuesto por almendras, ajo, pan y aliño, una combinación esencial que deleita a cualquier paladar.
Los orígenes del ajoblanco y su evolución
El ajoblanco es una de las sopas más antiguas de la gastronomía, por lo que sus orígenes son bastante imprecisos. Muchos lo atribuyen a la ocupación musulmana, pero hay quienes dicen que tiene más años de existencia.
La almendra, uno de sus principales ingredientes, ya había sido descubierta por los fenicios, sin embargo, fue incorporada a la cocina por los árabes y su cultura gastronómica, dando origen a esta exquisita sopa fría.
El ajoblanco comenzó a prepararse principalmente en las zonas de almendros, como Andalucía oriental, Murcia y Extremadura, pero los lugares donde alcanzó mayor reconocimiento fueron Málaga y Badajoz.
Con el paso de los años y de acuerdo a las diferentes regiones, el ajoblanco fue adquiriendo distintas características, por eso encontramos muchas versiones, a cada cual más deliciosa.
En las zonas más cercanas a Granada, se suele tomar el ajoblanco con patata asada, mientras que en la zona de Málaga se acompaña con uvas moscatel y trozos de manzana. Hay opciones para todos los gustos.
¿Cómo maridar el ajoblanco con cerveza?
Vamos a maridar esta sopa de verano andaluza con una cerveza lager ligera de la región: Alhambra Especial. Se trata de una cerveza pale lager ligera, equilibrada y de suave amargor, logrando una combinación muy refrescante para este tipo de platos. Alhambra Especial equilibra la acidez del plato y complementa su sabor con las notas afrutadas y lupuladas.
Cómo preparar el ajoblanco
Ingredientes:
–100 gr de almendras sin tostar
-2 dientes de ajo
-1 litro de agua fresca
-150 gr de miga de pan
-100 ml de aceite de oliva
-30 ml de vinagre de vino blanco
-Una pizca de sal
Preparación:
-Remojar el pan si está duro. Cuando esté maleable, sacar la costra y reservar.
-Hervir agua en una olla y añadir las almendras en un colador. Tirar por encima agua hirviendo. Dejar unos minutos y pelar.
-En la batidora, poner las almendras, el ajo, un poco de agua fría y añadir la miga de pan, aceite, vinagre y sal. Batir, echar el agua necesaria y dejar en la nevera hasta que esté bien frío.
¡Listo! Simple, refrescante y delicioso.